El Conservatorio de Artes y Oficios y el sistema métrico decimal son creaciones de la era de la Revolución Francesa. El espíritu de la Ilustración, que soplaba entonces, inspiró la unificación de medidas como ingrediente esencial para la difusión de conocimientos e intercambios, ya fueran científicos, comerciales o técnicos.
Los científicos de la Revolución, en el origen de estas dos iniciativas, actuaron como visionarios; estaban convencidos de que la medida sería uno de los principales problemas de la sociedad industrial. Por supuesto, no podían imaginar que, más de doscientos años después, este problema ocuparía un lugar tan crucial en la sociedad mundial. Hoy en día, todo está medido y expresado en números, independientemente de las áreas de actividad humana.
La exposición ‘Sur mesure, las 7 unidades del mundo’, presentada en el Museo de Artes y Oficios de París, hasta mayo de 2019, explora el tema de la medición desde todos los ángulos posibles. Montada en colaboración con el Laboratorio Nacional de Metrología y Pruebas (LNE), se hace eco de un evento importante producido este otoño: la redefinición de cuatro de las siete unidades básicas del Sistema Internacional de Unidades (SI): kilogramo, amperio, kelvin y mole.
Destinada a una amplia audiencia, la exposición revela a los visitantes la omnipresencia de la medición en nuestra vida cotidiana y su papel en la toma de decisiones: el paso del tiempo, la velocidad del automóvil, nuestro peso, la nota "la" en la composición músical, los gigabytes de nuestras computadoras... Sin mediciones, el ser humano no tendría referencias. Conforman, por tanto, una parte integral de nuestra sociedad, tan obvia e inevitable que a menudo se olvida. Sin embargo, la medida es esencial e indispensable para que la humanidad pueda intercambiar, innovar y progresar.