Los fotógrafos ‘de plató’ –o de foto fija, como se les denomina en España– no vieron nunca reconocido su trabajo, aunque de sus imágenes, de su mirada de autor, dependía la promoción de las películas, pues sus fotos se repartían a la prensa y, en ocasiones, se empleaban para los carteles publicitarios de éstas. A principios de los años 60 del pasado siglo, dos artistas, Raymond Cauchetier (1920) y Georges Pierre (1921-2003) destacaron de manera especial por su mirada fresca, libre y espontánea de retratar la imagen del rodaje y el ambiente que se respiraba entre los actores y el director.
La exposición 'Iconos. De la Nouvelle Vague a los años 70' reivindica por primera vez el status de artistas de los fotógrafos de plató, revelando las complejas conexiones entre dos disciplinas, la cinematografía y la foto fija, reconociendo el talento de Raymond Cauchetier y Georges Pierre, que abrieron el camino a los fotógrafos de los años 70 que siguieron su estela, y reflejaron el espíritu creativo de los realizadores con que trabajaban —Godard, Melville, Chabrol, Truffaut, Rivette, Sautet, Resnais, Chabrol, Rohmer, Rozier o Truffaut— al tiempo que contribuían a consolidar la imagen mítica de actores como Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Jeanne Moreau, Catherine Deneuve, Yves Montand, Anna Karina o Romy Schneider.
La expresión 'Nouvelle Vague', la acuñó la entonces periodista Françoise Giroud que, en 1957, trabajaba en 'L'Expreso'. Unos años más tarde, la retomaron los cronistas de 'Cahiers du Cinéma'.
Los artistas de la ‘Nouvelle Vague’ creaban obras con el expreso propósito de dar la vuelta a los códigos tradicionales de filmación y producción. Todos ellos reflejan el deseo de renovar el cine francés en búsqueda de la espontaneidad. En sus películas, con presupuestos muy reducidos, las escenas se filmaban principalmente en la calle. Las cámaras eran ya más ligeras y móviles. Y los escenarios estaban sujetos a la improvisación de los jóvenes actores y a la necesidad de romper las reglas de narración y edición. Godard dijo que "una historia debe tener un comienzo, un desarrollo y un final, pero no necesariamente en ese orden."
"Los fotógrafos de plató han sido, durante demasiado tiempo héroes anónimos, sus logros eran casi siempre silenciados, y los directores de las películas eran quienes cosechaban todos los elogios y glorias”, explica Philippe Garner, autor del prólogo al catálogo 'Iconos: De la Nouvelle Vague a los años 70'.
Los fotógrafos de plató tenían un papel clave, pues no solo debían documentar el rodaje, sino también, producir imágenes para la promoción de las películas mucho antes de su edición y lanzamiento, lo que requería fotografías de alta calidad técnica, independientes de las imágenes extraídas de la película.
En última instancia, se demostró que su papel fue de vital importancia, ya que fueron una parte activa fundamental de la revolución cinematográfica de los años 60 y 70, y cuyo valor se reivindica ahora.
'ICÔNES: De la Nouvelle Vague aux années 70'. Del 5 de julio al 16 septembre de 2018. En la Galeria Joseph. 16, rue des Minimes. 75003 París