Crónica secreta de la generación que creó la 'Nouvelle Vague'

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'Adieu Philippines', de 1960.
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'Adieu Philippines', de 1960.

Foto de Raymond Cauchetier retratando al director de la película, Jacques Rozier, durante el rodaje. La función del fotógrafo de cine era captar el espíritu de la película en una sola imagen. 

'Antoine et Colette', de 1962.
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'Antoine et Colette', de 1962.

Imagen de Raymond Cauchetier retratando al director de la película, François Truffaut, junto a Claude Beauseleil en la rue Nollet, de París. Una demostración de que las fotos no salían de escenas de la película, pues su intención era aportar una mirada artística de esta.

'A bout de souffle', de 1959.
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'A bout de souffle', de 1959.

Retrato de Jean Paul Belmondo y Jean Seberg por Raymond Cauchetier en la película de Jean-Luc Godard. Cauchetier declaró a 'The Telegraph': "Yo soy un reportero, no un artista. Creo que el reportaje nos enseña más. Es más importante, capturar la vida que construir situaciones."

'A bout de souffle', de 1959.
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'A bout de souffle', de 1959.

Esta imagen de Raymond Cauchetier capturando la belleza de Jean Seberg, con su pelo corto como repartidora de periódicos, contribuyó a convertirla en un icono de los años 60. Ahora es la portada del catálogo de la exposición 'Iconos: De la Nouvelle Vague a los años 70'.

'Pierrot le Fou', de 1965.
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'Pierrot le Fou', de 1965.

Retrato de Georges Pierre, a Jean Paul Belmondo y Anna Karina durante el rodaje de la película dirigida por Jean-Luc Godard. El Festival de Cannes ha rendido homenaje a esta imagen utilizándola para el cartel oficial de este año, por considerarla una de los besos más bellos del cine francés.

'Pierrot le Fou', de 1965.
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'Pierrot le Fou', de 1965.

Imagen en blanco y negro de la misma película, de Jean-Luc Godard, esta vez retratando a Anna Karina, que releja el aire de libertad, creatividad  y espontaneidad con que trabajaban los fotografos de plató, como Georges Pierre, autor de la foto. 

'Manon 70', de 1967.
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'Manon 70', de 1967.

Catherine Deneuve retratada por Georges Pierre para la película de Jean Aurel. Las restricciones técnicas de los fotógrafos de plató eran enormes porque no podían entrar en el campo de la cámara para no interrunpir al realizador. Y sin embargo su trabajo servía como verdaderas obras de arte para promocionar las películas o a sus actores.

'Jules et Jim', de 1961.
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'Jules et Jim', de 1961.

Jeanne Moreau, Henri Serre y Oscar Werner retratados por Raymond Cauchetier para la película de François Truffaut. La expresión 'Nouvelle Vague', la acuñó la entonces periodista Françoise Giroud que, en 1957, trabajaba en 'L'Expreso'. Unos años más tarde, la retomaron los cronistas de 'Cahiers du Cinéma'.

'Lola', de 1960.
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'Lola', de 1960.

Una bellísima Anouk Aimée capturada por uno de los más grandes fotógrafos del cine francés, Raymond Cauchetier. Resistente durante la ocupación alemana de Francia, Cauchetier se convirtió en fotógrafo de guerra, lo que cambió su mirada, aportándole mayor brío y espontaneidad. El director de la película 'Lola' es Jacques Demy.

'L'oeil du Malin', de 1961.
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'L'oeil du Malin', de 1961.

Claude Chabrol, director de la película, retratado por Raymond Cauchetier, que trabajó con todos los directores más importantes del cine francés, como Godard, Truffaut, Demy, Rozier... Cauchetier fue arqueólogo, fotógrafo de guerra, fotógrafo de cine y fotoreportero. Aún vive y tiene 98 años.

'Alphaville', de 1965.
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'Alphaville', de 1965.

Anna Karina, retratada esta vez por Georges Pierre durante la película de Jean-Luc Godard. Para facilitar su trabajo, Georges Pierre inventó un aparato revolucionario llamado 'blimp', que permitía disparar dutante el rodaje sin hacer el más mínimo ruido y sin interrupir la escena.

'L'Année dernière à Marienbad', de 1960.
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'L'Année dernière à Marienbad', de 1960.

Delphine Seyrig, en la película dirigida por Alain Resnais y fotografiada por Georges Pierre, que dedicó su vida a la fotografía de cine y fundó la Asociación de Fotógrafos de Cine con el objetivo de proteger sus derechos.

Los fotógrafos ‘de plató’ –o de foto fija, como se les denomina en España– no vieron nunca reconocido su trabajo, aunque de sus imágenes, de su mirada de autor, dependía la promoción de las películas, pues sus fotos se repartían a la prensa y, en ocasiones, se empleaban para los carteles publicitarios de éstas. A principios de los años 60 del pasado siglo, dos artistas, Raymond Cauchetier (1920) y Georges Pierre (1921-2003) destacaron de manera especial por su mirada fresca, libre y espontánea de retratar la imagen del rodaje y el ambiente que se respiraba entre los actores y el director.

La exposición 'Iconos. De la Nouvelle Vague a los años 70' reivindica por primera vez el status de artistas de los fotógrafos de plató, revelando las complejas conexiones entre dos disciplinas, la cinematografía y la foto fija, reconociendo el talento de Raymond Cauchetier y Georges Pierre, que abrieron el camino a los fotógrafos de los años 70 que siguieron su estela, y reflejaron el espíritu creativo de los realizadores con que trabajaban —Godard, Melville, Chabrol, Truffaut, Rivette, Sautet, Resnais, Chabrol, Rohmer, Rozier o Truffaut al tiempo que contribuían a consolidar la imagen mítica de actores como Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Jeanne Moreau, Catherine Deneuve, Yves Montand, Anna Karina o Romy Schneider.

La expresión 'Nouvelle Vague', la acuñó la entonces periodista Françoise Giroud que, en 1957, trabajaba en 'L'Expreso'. Unos años más tarde, la retomaron los cronistas de 'Cahiers du Cinéma'.

Los artistas de la ‘Nouvelle Vague’ creaban obras con el expreso propósito de dar la vuelta a los códigos tradicionales de filmación y producción. Todos ellos reflejan el deseo de renovar el cine francés en búsqueda de la espontaneidad. En sus películas, con presupuestos muy reducidos, las escenas se filmaban principalmente en la calle. Las cámaras eran ya más ligeras y móviles. Y los escenarios estaban sujetos a la improvisación de los jóvenes actores y a la necesidad de romper las reglas de narración y edición. Godard dijo que "una historia debe tener un comienzo, un desarrollo y un final, pero no necesariamente en ese orden."

"Los fotógrafos de plató han sido, durante demasiado tiempo héroes anónimos, sus logros eran casi siempre silenciados, y los directores de las películas eran quienes cosechaban todos los elogios y glorias”, explica Philippe Garner, autor del prólogo al catálogo 'Iconos: De la Nouvelle Vague a los años 70'. 

Los fotógrafos de plató tenían un papel clave, pues no solo debían documentar el rodaje, sino también, producir imágenes para la promoción de las películas mucho antes de su edición y lanzamiento, lo que requería fotografías de alta calidad técnica, independientes de las imágenes extraídas de la película.

En última instancia, se demostró que su papel fue de vital importancia, ya que fueron una parte activa fundamental de la revolución cinematográfica de los años 60 y 70, y cuyo valor se reivindica ahora. 

'ICÔNES: De la Nouvelle Vague aux années 70'. Del 5 de julio al 16 septembre de 2018. En la Galeria Joseph. 16, rue des Minimes. 75003 París

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