Adentrarse en los cafés más emblemáticos de las principales ciudades del mundo se ha convertido en uno de los momentos de ocio preferidos por los turistas y sus propios habitantes. Lejos de convertirse en una visita obligada, los cafés representan más que un simple rato de tranquilidad en un espacio asombroso.
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Por sus paredes han pasado, a golpe de degustación de taza, instantes para la posteridad, y en sus mesas personajes como Freud, Lord Byron, Orson Wells o Wagner. Porque, ¿qué hay más bello que recorrer Praga y disfrutar del Café Imperial? Quizá dar un paseo por Venecia y disfrutar de su mítico Florian, o respirar la historia en el Café de la Paix después de haber visitado la Torre Eiffel o la Catedral de Notre Dame. Mejor elijan ustedes.