Tiffany: las joyas que todo el mundo desea

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Jean Schlumberger y la naturaleza
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Jean Schlumberger y la naturaleza

Jean Schlumberger era un amante de la naturaleza, de los animales y eso se percibe con claridad en sus joyas, con esas formas orgánicas, en ocasiones retorcidas, que, hay que decirlo, transformaron el mundo de la joyería del siglo XX. Una revolución.

La fascinación de la medusa
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La fascinación de la medusaUna de las piezas icónicas es la medusa, un broche realizado con piedras preciosas translúcidas, acentuadas por pequeños diamantes. Su superficie broche refleja un brillo iridiscente azulado sorprendentemente similar a la luz emitida por estas criaturas bioluminiscentes y sus tentáculos de oro flexible y pulido se mueven suavemente.
Piezas únicas
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Piezas únicasLa reputación de Schlumberger creció rápidamente entre estrellas de Hollywood, expertos en moda y otros influyentes iconos de estilo de ambos lados del Atlántico, muchos de los cuales se convirtieron en amigos muy cercanos.
El diseño convertido en lujo
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El diseño convertido en lujoComo afirma el director del Museo de Bellas Artes de Virginia, Alex Nyerges, “estos trabajos extraordinarios -con sus colores vibrantes, su exquisita artesanía e inspiraciones naturales- muestran la deslumbrante imaginación y claridad de Schlumberger".
Volando alto
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Volando altoRachel Lambert Mellon y Schlumberger compartieron su pasión por los diseños botánicos, las aves, la horticultura a través de décadas de amistad y asociación creativa. La muestra cuenta con candelabros, bodegas de sal, relojes de mesa y obeliscos que fueron hechos específicamente para –y probablemente en colaboración con–l a señora Mellon.
La alta joyería
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La alta joyeríaSchlumberger se mostró renuente a utilizar los diamantes (por su alto valor monetario), así que yuxtapone diamantes con inusuales combinaciones de piedras preciosas, que se convirtió en una práctica popular en la segunda mitad del siglo XX.
Fantasías subacuáticas
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Fantasías subacuáticasLa naturaleza, especialmente la flora y la fauna del mar, inspiran sin cesar a Schlumberger. A mediados de siglo, comenzó a incorporar motivos de conchas marinas en sus piezas de Tiffany & Co., aprovechando sus vacaciones en lugares costeros.
Combinación de colores
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Combinación de coloresLa exposición presenta una amplia selección de pulseras, pendientes, anillos, clips y accesorios que Schlumberger diseñó durante tres décadas con Tiffany & Co. La mayoría de estas piezas fueron hechas en los años 50 y 60, Próspero período de posguerra cuando las clases medias y altas crecientes disfrutaron de un nivel de vida más alto.
Donde habitan los secretos del lujo
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Donde habitan los secretos del lujo Pitilleras, temas animales y botánicos, cajitas para las píldoras, broches, collares, pulseras, una imaginación desbordante que llevaron las mujeres más chic y más elegantes de la época. De Audrey Hepburn a Greta Garbo.
Contruyendo un mundo en torno al brazalete
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Contruyendo un mundo en torno al brazaleteEvocando la tendencia de la época en la joyería se pueden ver brillantes brazaletes coloreados que ofrecen el esmaltado de Pallone, una técnica del siglo XIX restablecida por Schlumberger, y esculturales broches que demuestran su fascinación por los motivos florales y vegetales.

El Museo de las Artes Decorativas de Virginia (Estados Unidos) acaba de inaugurar la exposición ‘Rachel Lambert Mellon' de Jean Schlumberger, que se podrá disfrutar hasta el próximo 18 de junio. Una muestra que refleja el poder creativo y la imaginación desbordante de uno de los grandes genios de la joyería.

Jean Schlumberger nació en Mulhouse (Francia) en 1907. Le gustaba dibujar desde pequeño, pero los derroteros le llevaron a trabajar en la banca, algo más bien gris. Pero él insistía en su talento y, sin recibir clases de ningún tipo, se instaló en un rincón del mercado de Pulgas de París y allí vendía sus primeros broches de flores de porcelana. ¿A quién le atrajeron y fascinaron sus piezas? A la diseñadora Elsa Schiaparelli, quien se lo llevó a Nueva York.

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En la Gran Manzana abrió una pequeña joyería junto a su amigo de la infancia, Nicolás Bongard, un joyero con experiencia. Llegó la Segunda Guerra Mundial, Schlumberger se puso el traje militar en Europa, y al terminar el conflicto, regresó a Nueva York e inauguró una tienda en el Upper East Side… y ahí conoció a la señora Mellon (corría el año 1954). Una fascinación mutua que perduró durante años.

Dos años más tarde, se convirtió en diseñador de joyas para Tiffany & Co., donde dispuso de un pequeño taller en la mítica tienda de la Quinta Avenida. Tal fue la revolución que crearon sus piezas que entre sus clientes asiduos se encontraban Greta Garbo, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Gloria Vanderbilt, Gloria Guinnes, Diana Vreeland (por entonces redactora jefe de Vogue)… y la señora Mellon, claro.

La exposición abarca 142 joyas donadas por Rachel ‘Bunny’ Lambert Mellon, una horticultora coleccionista de arte (Edgar Degas, Claude Monet, Pierre Bonnard) y su ‘regalo’ es ya la colección pública más grande y completa de las creaciones de Schlumberger.

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