El Museo de las Artes Decorativas de Virginia (Estados Unidos) acaba de inaugurar la exposición ‘Rachel Lambert Mellon' de Jean Schlumberger, que se podrá disfrutar hasta el próximo 18 de junio. Una muestra que refleja el poder creativo y la imaginación desbordante de uno de los grandes genios de la joyería.
Jean Schlumberger nació en Mulhouse (Francia) en 1907. Le gustaba dibujar desde pequeño, pero los derroteros le llevaron a trabajar en la banca, algo más bien gris. Pero él insistía en su talento y, sin recibir clases de ningún tipo, se instaló en un rincón del mercado de Pulgas de París y allí vendía sus primeros broches de flores de porcelana. ¿A quién le atrajeron y fascinaron sus piezas? A la diseñadora Elsa Schiaparelli, quien se lo llevó a Nueva York.
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En la Gran Manzana abrió una pequeña joyería junto a su amigo de la infancia, Nicolás Bongard, un joyero con experiencia. Llegó la Segunda Guerra Mundial, Schlumberger se puso el traje militar en Europa, y al terminar el conflicto, regresó a Nueva York e inauguró una tienda en el Upper East Side… y ahí conoció a la señora Mellon (corría el año 1954). Una fascinación mutua que perduró durante años.
Dos años más tarde, se convirtió en diseñador de joyas para Tiffany & Co., donde dispuso de un pequeño taller en la mítica tienda de la Quinta Avenida. Tal fue la revolución que crearon sus piezas que entre sus clientes asiduos se encontraban Greta Garbo, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Gloria Vanderbilt, Gloria Guinnes, Diana Vreeland (por entonces redactora jefe de Vogue)… y la señora Mellon, claro.
La exposición abarca 142 joyas donadas por Rachel ‘Bunny’ Lambert Mellon, una horticultora coleccionista de arte (Edgar Degas, Claude Monet, Pierre Bonnard) y su ‘regalo’ es ya la colección pública más grande y completa de las creaciones de Schlumberger.