Esta historia podría arrancar en los tupida selva de Costa Rica, en el sur de la remota Etiopía, en las montañas milenarias de China o de India, en el corazón de la sierra colombiana, o en Vietnam. Sin embargo, escribimos este reportaje desde Brasil, potencia cafetalera por excelencia.
La historia es larga y compleja, pero los rudimentos periodísticos y los guías adecuados (los agricultores locales y los maestros de Illy, recién llegados de Italia) nos permiten contársela en el tiempo en que usted saborea –nosotros lo haremos al final de nuestro relato– una humeante taza de café.