Cerca de Dubai se encuentra el Ajman Saray, un resort de gran lujo cuyo spa masculino tiene como máxima atracción una barbería que imita a un club inglés de caballeros. Gestionada por la firma francesa de cosmética Hommage, es la guinda a 1.200 m2 de cuidados exquisitos y el mejor ejemplo del renacer que vive hoy la barbería clásica en todo el planeta.
Una moda que ha llegado sin hacer ruido, aupada por los defensores del auténtico hedonismo, aquellos que opinan que nada se puede comparar al apurado de una afilada navaja de barbero. Pero también por un grupo de profesionales que reivindica una labor artesana que exige destreza y que se apoya en productos de última tecnología. “Atravesamos un periodo excepcional".
"Las nuevas generaciones perpetuamos la esencia del oficio al tiempo que lo adaptamos a las necesidades actuales”, explica el valenciano Salvador Chanzá, más conocido como Lord Jack Knife. El secreto: crear un espacio 100% masculino. El perfil del que se afeita y se cuida la barba en estos locales es el de un hombre urbano, joven, que “busca un servicio de calidad y personalizado, exigente con su imagen y el a su cita mensual”, explica el sevillano Paco López. Lo que no cambia es la estética de los años 50, un toque vintage en el que no falta el cilindro a rayas azules y rojas o una silla de afeitado en la que el cliente puede sentirse el rey del mundo.