Esta temporada los caballeros lo tienen fácil en materia de punto. Vuelven los jerséis de aire retro, incluidos los de ochos, los de rayas o los tipo nórdico, que hicieron furor en los años setenta, o los alpinos, aquellos que exhibían motivos circulares desde el cuello hasta los hombros.
Por supuesto las reinterpretaciones son infinitas y para todos los gustos. También se llevan en colores crudos, tostados, grises, rojos, azules, negros... Lo importante es la textura, ligeramente rústica, que emula los jerséis tejidos a mano. Están de suerte los que tengan algún familiar que domine la técnica del punto, una artesanía milenaria que no deberíamos haber perdido; estuvo de moda durante las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta y que ahora vuelve a estar en alza. También los hay con dibujos creativos, tejidos con la técnica intarsia que permite combinaciones de colores por bloques.
Lo importante es elegir el estilo favorito, incluso recuperar algún jersey que dormía olvidado en el armanio porque lo considerábamos demasiado clásico, y darle una nueva vida combinándolo con pantalones sastre de buen corte y un abrigo elegante. También se llevan con chaquetas bomber, cazadoras, parkas, gabardinas y jeans. En cuanto al calzado, encajan a la perfección tanto con un par de zapatos clásicos, como los Oxford o los Derby, o con unas deportivas.