Cuenta la leyenda que los tirantes fueron inventados en Londres por Albert Thurston (aún hoy uno de los grandes productores mundiales), en Panton Street, en torno a 1820. Otros afirman que aparecieron durante la Revolución Francesa, para facilitar los movimientos de revolucionarios y 'sans culottes'. Para diferenciarse de la nobleza, decidieron no llevar los 'culottes' (pantalones que llegaban hasta la rodilla, propios del Antiguo Régimen), sino unos más largos. Necesitaban sujeción más segura que la que podía proporcionar el simple cinturón.
Sea como fuere, lo cierto es que quien empieza a llevar tirantes y descubre su comodidad, ya no puede prescindir de ellos. Permiten una caída natural del pantalón, no aprietan, hacen que la raya del pantalón se mantenga impecable y que el dobladillo se apoye suavemente sobre el zapato.
Hoy día, los tirantes más especiales son los de grosgrain, mientras que los más prácticos son los elásticos. En París, Charver, en Place Vendôme, cuenta con los mejores de Francia, mientras que en Londres Fortnum & Mason es la meca del tirante. En Internet también pueden encontrarse piezas únicas. Las webs de Brucle y de Thurston no desmerecen a las físicas. Sin lugar a dudas, es todavía un amplio universo por descubrir.